martes, 22 de abril de 2014

QUÉ, QUIÉN, QUIÉNES...

A una dama ibérica

Qué sol, qué luna,
qué estrellas fueron carros de fuego
y viajaron en tus ojos,
hoy pupilas yermas cinceladas en la piedra.

Quién trenzó
tu cabellera de pleamares nocturnas,
quién la cubrió de púrpura,
de tiaras y rodetes de incendiada piel solar.

Qué manos te ataviaron de abalorios
rutilantes,
qué manos dispusieron sobre tu busto
la riqueza parabólica y pesada
labrada por la destreza del orfebre.

Quiénes acariciaron
tus mejillas, ungidas entonces
del relente de la tersura y del crepitar de la sangre
viva.

Quiénes
te amaron, bella entre bellas,
quiénes alojaron su calor en tus suspiros,
y bebieron tus besos
a tragos largos, hasta rodar ingrávidos,
ebrios, haciendo de la sobriedad
mera alusión.

Quiénes apretaron las suaves palomas
a punto de levantar vuelo que eran tus pechos.

Quiénes dibujaron argumentos de amor
sobre las rosas que te miraban envidiosas.

O acaso no hubo nadie, o acaso
estabas sola edificando milagros para otros,
postrada en los altares,
orante y obediente a los designios
de lo desconocido, sumisa
a la fatalidad de las eras.

Qué luces te arroparon con calidez
en los días en que tu voz
era campana cristalina,
qué risas y qué llantos conmovieron
tu boca
antes de que el buril
perfilase el enigma indescifrable
de tus labios pétreos,
antes de que fueses urna, relicario
de una vida, mucho
antes de que morases
en esa vitrina desde
la que el mundo te admira.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Ilustración: fotografía del busto de la "Dama de Elche", arte ibero (ss. V
y IV a.d.n.e.). Museo Arqueológico Nacional de España (Madrid)

Safe Creative #1202281214599