Con canto de sirena
narra bellas leyendas,
esplendiendo la magia
de su estela de humo.
Canta con voz de trueno
y con voz de jilguero.
Canta para que atentos la escuchemos,
y sigamos sus pasos sin salirnos
del borde de sus huellas.
Canta para que hilemos su vellón
con nuestra propia rueca
y, como si el durmiente Homero fuésemos,
la miremos con ojos también ciegos.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Fe, Esperanza y Caridad”, Carmen Giraldez