domingo, 26 de mayo de 2024

AHÍ ESTÁS (FRIDA KAHLO)


Ahí estás, envuelta en sedas de Oriente.
Tus pechos
son frutas melosas
(de esa selva ignota, jugosa y cálida,
que es la primera juventud)
sojuzgando el escote de un kimono.

Ahí estás, lozana mestiza
de razas tan distintas como distantes,
de razas invictas de extinciones
que rebrotan en tu carne morena y firme.

Ahí estás, con la aguerrida canana
abrazándote la cadera como la serpiente bíblica
abrazara a Eva.

Al cuello llevas el jade primigenio
nacido de pluma de quetzal,
¡cuán robustas esas cuentas
pendiendo de hilo tan frágil!
Tu sangre zapoteca borbotea
y ni siquiera las pétreas ajorcas
pueden contenerte el pulso,
mas no temblarán tus muñecas
al oprimir el percutor: te sabes hija
de una era revolucionaria
y no importan tu cojera
ni ese corsé cuyas cinchas
tatúan tu piel de sufrimiento.

Ahí estás, reverberando libertad,
agasajada por el viento manumiso
de una época de cambios y conjuras.
Libre aun cuando traicionada.

Ahí estás, Frida Kahlo,
empuñando un revólver
que el presente ha puesto en tus manos
(de una forma tan ficticia como ilícita)
para salvarte de la perfidia de las bocas.

Ahí estás, cejijunta y ambigua,
escrutándonos
desde la brevedad de un instante apresado
por el obturador de una cámara.

Ahí estás, profetizando (sapiente sibila)
el alcance de las miradas otrora
futuras, esas que disminuyen, cada vez más,
la holgada travesía del tiempo y sus centurias.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Ilustración: fotografía antigua de Frida Kahlo con retoque digital

Safe Creative #1202281214599

Música: "Labios compartidos", Maná

viernes, 10 de mayo de 2024

PRIMAVERA


Invierno, infierno helado, ya nos dejas.
El prado se desnuda del manto
de la escarcha,
mudando su blancura
por el color de la fronda:
colzas, retamas, ranúnculos
lustrados de sol,
jaras encaladas 
de acento andaluz,
azaleas floridas 
que son espejos de estrellas,
adelfas sonrosadas y robustas
esgrimiendo raíces de ofidio vegetal,
margaritas, malvas, violetas y verónicas,
lavandas de meloso efluvio,
tomillos y romeros en flor, 
amapolas de seda carmesí
y el algodonoso y etéreo diente de león.

Invierno, infierno helado, ya nos dejas
en los campos 
vencidos por la luz,
germinados en los ojos
húmedos de una acuarela
de delirante policromía,
desplegando guirnaldas sobre la hierba,
virando del resplandor tibio de la aurora
hacia el cálido culmen solar,
descansando, tras el crepúsculo,
de su viva pigmentación.

Invierno, infierno helado, ya nos dejas,
ya se va tu carácter de viejo malhumorado,
al fin regresa Perséfone de su encierro
para colmar nuestras pupilas de colorido y de polen,
para templarnos la sangre y dilatarnos las venas.

Invierno, infierno helado, ya nos dejas,
al fin regresa Perséfone, enamorada de las hojas
y saciada de los espurios rubíes de las granadas. 

(Mayte Llera, Dalianegra) 

Pintura: "Spring" (Primavera), 1894, Lawrence Alma-Tadema. Getty Museum, Los Ángeles, U.S.A.

 Safe Creative #1202281214599

Música: “Printemps” (Primavera), suite sinfónica para coro y orquesta, de Claude Debussy