A mi amado Rafael
Fue en la tercera semana
de un febrero
que quiso girar los vientos.
Llovieron en nuestra orilla
lágrimas de barro y sal;
tu hombro,
mudo y mojado,
y mi boca,
balbuciente.
La libertad
fue vasija cuyo vino
encendía vapores de azufre,
y en una pira quemamos
los libros
y las consignas.
Los planetas
que orbitaban nuestras manos,
los faros
que guardaban nuestros puertos,
fueron tolvanera
de humo y cenizas,
elevándose
como el vuelo del cuervo.
Aquella noche
oscilante
nos dormimos abrazados,
tú, con la coraza de Héctor,
yo, con la angustia de Andrómaca.
(Mayte Llera, "Dalianegra")
Pintura: "Ettore e Andromaca" (Héctor y Andrómaca), 1917, Giorgio de Chirico
© Copyright: 2eyGpJfTvVUna8Cb
de un febrero
que quiso girar los vientos.
Llovieron en nuestra orilla
lágrimas de barro y sal;
tu hombro,
mudo y mojado,
y mi boca,
balbuciente.
La libertad
fue vasija cuyo vino
encendía vapores de azufre,
y en una pira quemamos
los libros
y las consignas.
Los planetas
que orbitaban nuestras manos,
los faros
que guardaban nuestros puertos,
fueron tolvanera
de humo y cenizas,
elevándose
como el vuelo del cuervo.
Aquella noche
oscilante
nos dormimos abrazados,
tú, con la coraza de Héctor,
yo, con la angustia de Andrómaca.
(Mayte Llera, "Dalianegra")
Pintura: "Ettore e Andromaca" (Héctor y Andrómaca), 1917, Giorgio de Chirico
© Copyright: 2eyGpJfTvVUna8Cb