jueves, 21 de mayo de 2009

CINE DE TEMÁTICA NAZI

A pesar de mi evidente inexperiencia en estas lides, pese a que todavía soy una neófita que pretende escribir opiniones interesantes con la audacia de quien nada tiene que perder, me propongo adentrarme en uno de mis campos favoritos, aun a riesgo de que pueda resultar minado: el CINE, con mayúsculas.

Voy a recomendaros algunas de mis películas favoritas. Y para comenzar, lo haré con aquéllas cuya trama gira en torno a la temática "nazi". No es que comulgue con semejante ideología, todo lo contrario, pero sucede que esa época de la historia de Alemania, la que transcurre entre la República de Weimar y la Segunda Guerra Mundial, ejerce para mí una extraña fascinación.
No se trata de filmes lúdicos, divertidos o entretenidos, más bien son desgarradores testimonios de una historia relativamente reciente, de un pasado que no deberíamos olvidar para no estar condenados a repetirlo. Y aún así, conociéndolo como lo conocemos, hechos de similar calibre están sucediendo en nuestros días, otros holocaustos de los que nadie habla, otros genocidios en los que nadie piensa, seres humanos cruelmente inmolados por los que nadie rompe una lanza… Cerramos los ojos para no ver la realidad, ajenos a la injusticia y la opresión que están sufriendo pueblos como el palestino, el kurdo o tantos otros. Y ni siquiera se les rinde honores a estos nuevos mártires con obras maestras del celuloide tan memorables como las siguientes.

La primera de mi clasificación representa el erotismo en tiempos de guerra:

EL PORTERO DE NOCHE, (Il Portiere di Notte).

Cinta de 1974, coproducida entre Italia y Estados Unidos y dirigida por la italiana Liliana Cavani, autora de un sinfín de buenas cintas como "San Francisco de Asís" (1966),
"Galileo" (1969), "Los Caníbales"(1970), "Milarepa" (1974), "La Piel"(1981), "Detrás De La Puerta"(1982), "Berlín Interior"(1986), "Francesco"(1989) y "El Juego De Ripley"(2001).

Bajo las órdenes de tan comprometida cineasta, encabezan el reparto los británicos Dirk Bogarde y Charlotte Rampling, seguidos por Gabrielle Ferzetti, Isa Miranda, Giusseppe Adobbatti, Nini Bignamini y Philippe Leroy.

"El Portero De Noche" catapultó a la fama internacional tanto a Liliana Cavani, (de la cual es su obra maestra), como, sobre todo, a sus protagonistas, Dirk Bogarde Y Charlotte Rampling, que interpretan magistralmente a los inolvidables Max y Lucía en una historia de amor sadomasoquista de elevado contenido erótico.

El film arranca en la Viena de los años 50. Max, antiguo oficial de las SS, intenta pasar desapercibido trabajando como simple portero de noche de un lujoso hotel de esta ciudad. Sus antiguos camaradas ahora ocupan cargos importantes y organizan juicios falsos con los que lavarse las manos de sus horrendos crímenes. En breve tendrá lugar el juicio de Max, pero es justo cuando llega al hotel Lucía con su marido, un joven y afamado director de orquesta. Todos ven su mundo temblar, esa mujer fue la antigua amante de Max, trece años atrás, en el campo de exterminio.

Se rememoran entonces los momentos álgidos de la pasión que Max sentía por ella, una bellísima y escuálida adolescente que le servía como juguete de tortura.



Ahora que ambos se reencuentran, reviven de nuevo su "amor". Lucía también ha quedado marcada por tan horrible experiencia: mantiene esa mirada verde, como las profundidades marinas, siempre perdida en algún punto del infinito. Los compañeros de Max ven en ella una amenaza de la que hay que desembarazarse, pero él la ocultará y protegerá aún a riesgo de su propia vida. Llega incluso a encadenarla en su apartamento para que ellos no puedan llevársela cuando esté ausente. Esas cadenas no son sino una evocación del pasado común de ambos y de cuanto aún les une en el presente.

El final es estremecedoramente triste, tal vez el único colofón posible para una historia romántica de tal intensidad. Eros y Tánatos en su máxima expresión.

"El Portero De Noche" se halla cuajada de metáforas relativas al régimen nacionalsocialista, como la mermelada mezclada con vidrios rotos deslizándose por los sensuales y carnosos labios de la Rampling.


Ésta es una de mis películas fetiche, me impactó hasta tal punto que aún hoy la recuerdo vívidamente.


Y tras enjugarnos las lágrimas, proseguiremos con una tragedia épica de grandes proporciones:

"STALINGRADO", (Stalingrad).


Una producción germano-sueca del año 1992. Su director, el alemán Joseph Vilsmaier, ya había dirigido con anterioridad, en 1989, "Leche De Otoño" y posteriormente, en el 2005, "Vera, Un Amor Siciliano". Éstos son sus únicos trabajos como cineasta con anterioridad a este filme, si bien en el 2006 volvió a dirigir otra obra ambientada en el nacionalsocialismo, "El Último Tren a Auschwitz", de la que hablaré más adelante.

Del elenco puedo aseverar que aunque os facilite los nombres de todos estos actores teutones, os vais a quedar como estabais, porque a buen seguro que no conocéis a ninguno. No obstante, para la ficha de rigor, os diré que los intérpretes principales de este drama bélico coral son Jophi Ries, Karel Husicka, Pavel Mang, Dominique Horwitz, Thomas Kretschmann, Jochen Níkel y etc…etc…

El argumento es bastante fácil de explicar, dado que la cinta retrata con bastante crudeza la mítica batalla de la Segunda Guerra Mundial cuya derrota constituyó el principio del fin para la supremacía alemana en la conflagración internacional.

Nos muestra la arrogancia de la máquina bélica germana, soldados nacidos para matar, en cuyos cinturones llevaban grabada la arenga "Dios con nosotros", con las mentes fijadas en un claro objetivo: la "Operación Barbarroja", una pretendida (y pretenciosa) "guerra relámpago" que se abría en el frente ruso tras la ruptura del pacto de no agresión Molotov-Ribbentrop, entre Hitler y Stalin. La Batalla de Stalingrado, (1942-43), tenía como meta la toma de los pozos petrolíferos del Cáucaso y fue denominada "Fall Blau", (Operación Azul) por la Wehrmacht.

El film comienza con las impetuosas victorias alemanas, pero poco a poco va virando de tono, a medida que los germanos se van viendo obligados a retroceder por la contraofensiva soviética, debido en gran parte a las erróneas órdenes dictadas por el propio Führer, que determina dividir las fuerzas para iniciar la captura del Cáucaso y la del Volga al mismo tiempo. Aparta, a su vez, las unidades mecanizadas del 6º Ejército del general Friedrich Paulus en el frente, que se halla sitiando la ciudad de Stalingrado y con ello toma la decisión fatal que conducirá a la derrota nazi en esta crucial batalla.

Las fuerzas del Tercer Reich, desmoralizadas, abatidas, son abandonadas a su suerte, ni siquiera reciben aprovisionamiento ni se evacua a los heridos y causan bajas de más de 250.000 hombres entre sus filas. La película no sólo nos presenta el lado histórico de esta batalla, considerada la más sangrienta de la historia de la humanidad, (con un saldo total de víctimas mortales, entre ambos bandos, que sobrepasan el millón y medio), sino que ahonda en la vertiente humana de los personajes.

El espectador comprueba cómo su inicial antipatía ante estos impíos asesinos, se torna en compasión tras las más de dos horas de duración de la cinta. Las penurias y sufrimientos de tantos muchachotes arios, guaperas y rubiales, que mueren despanzurrados o congelados a causa del inclemente invierno ruso, mueven la conmiseración del público. Un teniente honesto y cabal y algunos de sus hombres: Hans, Müller, Fritz…nos muestran la II Guerra Mundial desde un punto de vista al que no estamos acostumbrados: el bando de los "malos", que a final de cuentas son tan malos o tan buenos como cualquier otro. Simples seres humanos, independientemente de su nacionalidad o ideología.

La trama se nos presenta más como un conflicto social que como una contienda entre potencias, enfrentando a los mandos, (verdaderos fanáticos del partido nacionalsocialista), con las tropas de base. De hecho, los protagonistas llegan incluso a confraternizar con el enemigo, mientras que mantienen serias disputas con uno de sus superiores.

"Stalingrado" es, ante todo, una película antibelicista, que muestra el horror como método para obtener la catarsis. Hay que reseñar también que algunas escenas del filme son un tópico típico en el cine alemán, podemos encontrar similitudes con otras películas anteriores, ambientadas incluso en la Primera Guerra Mundial y en las novelas del danés Sven Hassel, gran conocedor de la Segunda Conflagración, puesto que combatió con los alemanes en todos los frentes salvo en el africano.

A título de datos prácticos añadir que "Stalingrado" es, hasta la fecha, la producción de mayor presupuesto de la industria cinematográfica alemana y que el proyecto inicialmente le había sido encargado a Sergio Leone, el cual no pudo llevarlo a cabo debido a su fallecimiento. Robert de Niro habría sido el protagonista principal si la muerte no se hubiese cruzado en el camino del director italiano. Para finalizar, sólo cabe referir que los panzers que se utilizaron en el rodaje eran auténticos y que las escenas exteriores se rodaron en Siberia


Continuaremos con mi película favorita, sin lugar a dudas, toda una controversia entre el deber impuesto por las altas jerarquías y la ética personal, que refleja el papel de sumisión que jugaron la Iglesia Luterana y sobre todo, la Católica y el Vaticano con respecto al ideario nacionalsocialista y a sus aterradoras acciones:

"AMEN".

Cinta de nacionalidad francesa, estrenada en el año 2002, dirigida por el realizador griego Costa-Gavras (Konstantinos Gavras), en cuyo haber se hallan títulos tan importantes para la historia del séptimo arte como "Zeta" (1969), "Estado De Sitio"
(1973), "Desaparecido" (1982) y "La Caja De Música" (1989), que también toca la temática nacionalsocialista de los Cruces Flechadas húngaros. Costa-Gavras, siempre comprometido a nivel político, ha dirigido también multitud de filmes de gran calidad que no menciono para no prolongar esta opinión en exceso. Su último trabajo hasta el momento es "Arcadia" (2005).

El reparto se halla encabezado por Ulrich Tukur, Mathieu Kassovitz, Ulrich Mühe, Ion Caramitru, Friedrich von Thun y Antje Schmidt.

La trama de "Amen" está basada en una historia real, en la de Kurt Gerstein, comandante de las SS que propone el uso de un insecticida con base de cianuro, el tristemente célebre "Ziklon B", para desinsectar y desinfectar los barracones de los supuestos campos de concentración y frenar los brotes de tifus. Tiempo más tarde y de forma casual descubre que ese gas es utilizado para otros fines en los que él no había pensado: el asesinato masivo de los prisioneros de esos campos, que eufemísticamente son denominados como de concentración, cuando realmente lo son de exterminio.

Horrorizado ante tal atrocidad pretende poner este hecho en conocimiento de los Aliados y de las autoridades religiosas luteranas para intentar frenar la masacre. Tras la negativa de los pastores protestantes, leales al régimen nazi o temerosos de represalias, acude al Vaticano como último recurso, ayudado por un sacerdote jesuita, (papel que interpreta Mathieu Kassovitz). Pero sus denuncias caen en saco roto, ni el Papa ni sus cardenales se prestan a su causa, dado que colaboran de forma soterrada, implícita, con la barbarie nazi.

Cabe destacar que así como el personaje de Kurt Gerstein es real y fue juzgado por crímenes que no cometió en los Tribunales de Brandenburgo, (aunque posteriormente fuese rehabilitado), el cura católico, Riccardo, que pierde su vida a causa de la filantropía, nunca existió en la vida real. Forma parte de la ficción con la que Costa-Gavras apoya y enfatiza la acción de la película. Representa a todos aquellos sacerdotes que se opusieron, jugándose la vida, al terror nazi.

Es un film que conmueve por la honestidad de sus protagonistas, sin necesidad de exhibir las consabidas escenas horripilantes propias de otras producciones de similar asunto.

"Amén" fue galardonada con el César al mejor guión y se la considera una de las obras maestras de este director.



En la misma línea y basada también en un caso real, he visionado hace muy poco otra cinta más reciente, en ella se muestra claramente la oposición de la Iglesia Católica luxemburguesa al pujante y arrollador poderío nazi y a sus innegables crímenes:

"EL NOVENO DÍA", (Der Neunte Tag).


Coproducción entre Alemania y Luxemburgo del año 2004 (aunque estrenada en España en el 2006), dirigida por Volker Schlondörff, uno de los cineastas germanos más relevantes de la actualidad, también guionista de éxito y galardonado por ambas facetas en múltiples festivales de cine. Dirigió películas de la talla de "El Tambor De Hojalata" (1979), entre otras muchas y la versión televisiva de la obra teatral de Arthur Miller "La Muerte De Un Viajante", en su etapa estadounidense.

El reparto se compone de actores prácticamente desconocidos para el público español, por lo cual sólo citaré a los protagonistas: Ulrich Mattes, que interpreta al padre Henri Kremer, August Diehl, Bibiana Beglau, Hilmar Thate y Jean-Paul Raths.

Esta cinta está basada en una novela autobiográfica, escrita por un sacerdote católico superviviente de un campo de exterminio nazi.

El padre Henri Kremer, (cuyo nombre real era otro y que fue el autor de la novela), es recluido en el Campo de Dachau por su abierta oposición a la ocupación alemana. Pertenecía a una poderosa familia de Luxemburgo, lo que no le evitó compartir una plaza, en el pabellón de los sacerdotes, con otros clérigos que habían corrido su misma suerte.

El régimen nazi ansiaba el beneplácito del Vaticano, el cual se mantenía aún impronunciable y fue por ello por lo que acudieron al influyente obispo de Luxemburgo para que colaborase con la ocupación alemana, cosa a la cual el obispo se negó haciendo repicar diariamente las campanas en señal de duelo.

El padre Kremer es liberado del campo bajo un falso pretexto, con el verdadero objetivo de entrevistarse con el obispo y convencerle de la conveniencia de pactar con los nazis. Se le advierte que de no llevarlo a término, volvería a ser internado en Dachau. El hombre se debate entre su instinto de supervivencia y su deber como ser humano y como sacerdote y al final gana su integridad moral aunque tenga que pagarlo volviendo al horror que ya había conocido.

La interpretación del padre Henri Kremer, llevada a cabo por el actor Ulrich Mattes, es absolutamente fabulosa, de una credibilidad y un realismo contundentes, hasta su figura esquelética y su rostro marcado y demacrado contribuyen enormemente a ello.


La próxima cinta seleccionada es una de las mejores y más galardonadas que sobre el tema del holocausto judío se hayan filmado. Ilustra la vida en un gueto y también en una ciudad ocupada y cómo la supervivencia diaria se torna harto dificultosa en un medio tan hostil y peligroso. El gueto era el de Varsovia, el mayor de Polonia. El término gueto, en español o en su forma original italiana, "ghetto", proviene del primer barrio separado, creado ex profeso, en 1516, para realojar a judíos expulsados de España en 1492, que se habían establecido en la entonces República de Venecia. En ese barrio, (hoy englobado en el sestiere de Cannaregio), había una fundición, que en italiano se denomina "getto" y de ahí que diese nombre al primer distrito urbano enteramente hebreo de Europa. Este nombre enseguida pasó a designar a las demás juderías, a menudo cercadas o amuralladas, italianas y europeas:

"EL PIANISTA", (The Pianist).


Coproducción internacional: Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia y Holanda, del año 2002. Su realizador es sobradamente conocido, nada menos que el polaco Roman Polanski, autor de obras tan excelsas como "El Gordo Y El Flaco" (1961), "El Cuchillo En El Agua" (1962), "Repulsión" (1965), "Callejón sin Salida" (1966), "El Baile De Los Vampiros" (1967), "La Semilla Del Diablo" (1968), "Macbeth" (1971), "Chinatown" (1974), "Tess" (1979), "Pirates" (1986), "Frenético" (1988), "Lunas De Hiel" (1992), "La Muerte Y La Doncella" (1994), "La Novena Puerta" (1999), "Oliver Twist" (2005) y la próxima, "Pompeia", para el 2008.

El elenco de actores lo encabeza Adrien Brody, quien obtuvo el Oscar al mejor actor por este papel, seguido de Thomas Kretschmann, Daniel Caltagirone, Frank Finlay, Maureen Lipman y Emilia Fox.

La película relata la historia real de Wladyslaw Szpilman, un relevante pianista judío de Varsovia, que, a sus 27 años, es recluido junto con su familia en el ghetto de Varsovia y logra huir de la deportación al campo de exterminio de Treblinka gracias a un policía del ghetto amigo suyo.

Szpilman sobrevive trabajando en condiciones de esclavitud dentro del ghetto y después, escondido fuera de él, ayudado por amigos polacos no hebreos.
Desde su escondite, el músico presencia todos los horrores, torturas y vejaciones a que son sometidas las gentes de su etnia y también los fracasados levantamientos de los judíos del ghetto, (una de las primeras revueltas masivas contra el poder nazi en Europa) y de la resistencia polaca.


Cuando abandona su confinamiento, impelido por la desnutrición, la buena suerte vuelve a acompañarle y sortea los más increíbles peligros al borde de la mismísima muerte, incluso es ayudado por un oficial alemán, que, compadecido de él, le oculta nuevamente y le proporciona alimentos. Poco después los rusos liberan Varsovia y paradójicamente, una confusión por parte de éstos, a punto estuvo de costarle la vida.





Agradecido, intenta ayudar a Win Hoselfeld, el oficial germano que le ayudó, pero éste fue capturado por los soviéticos y enviado a un campo de concentración desconocido. Hoselfeld había ayudado también a otros muchos judíos y a sacerdotes católicos, por ello fueron múltiples las peticiones que se enviaron a la Unión Soviética para su liberación, pero todo intento fue vano y murió en su cautiverio en 1952. Polonia le rindió honores concediéndole una condecoración póstuma.

Finalmente, Wladyslaw Szpilman, vuelve a ser el gran pianista que era y escribe las memorias en las que se basa el filme en 1946, aunque el libro es prohibido por las autoridades comunistas y no es hasta 1999 que su hijo las encuentra y reedita. Szpilman muere en el año 2000, poco antes de que comenzase el rodaje de la película, pero satisfecho porque sabe que su historia será llevada al cine y que un realizador como Polanski se ocupará de su dirección.

"El Pianista" obtuvo la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cannes en el 2002, y ese mismo año fue galardonada con tres premios Oscar: Mejor Director, Mejor Actor Protagonista y Mejor Guión Adaptado.

Ni que decir tiene que el actor Adrien Brody debe su merecida fama internacional a este filme, con el que consiguió alzarse con la dorada y codiciada estatuilla de Hollywood y es que su actuación es soberbia, sublime.

Y ahora os presento la última película de esta entrega. Es audaz en su planteamiento y original, por cuanto sabíamos de los trenes de la muerte, pero no imaginábamos la tragedia que acontecía en su interior. Se trata de un filme absolutamente desalentador, que no concede al espectador ni un minuto de tregua ni sosiego:

"EL ÚLTIMO TREN A AUSCHWITZ", (Der Lezte Zug).


Coproducción entre Alemania y la República Checa del año 2006 y estrenada en nuestro país el 11 de enero del 2008.

La dirige Joseph Vilsmaier, autor de "Stalingrado", en colaboración con la checa Dana Vávrová, musa y actriz de este realizador en sus filmes precedentes y que aquí codirige con él. El reparto es también desconocido para nosotros, pero aún así mencionaré a los protagonistas más sobresalientes, si bien es un drama coral: Gedeon Burkhard, Lale Yavas, Lena Byerling, Juraj kukura, Sibel Kekilli y Roman Roth.

También en este caso, la cinta se basa en una historia real. En 1943, con motivo del cumpleaños de Hitler, un oficial nazi decide terminar con la limpieza étnica de Berlín enviando a los últimos judíos que quedan al campo de exterminio de Auschwitz. Casi 700 judíos correrán la misma suerte que los otros 70 000 que les han precedido.

Los deportados serán trasladados en el último de los trenes de la muerte que cubrirá el trayecto Berlín-Auschwitz, (en Polonia). El viaje durará seis días, durante los cuales, los judíos convivirán hacinados en vagones de ganado, sin más provisiones que un cubo de agua y sin más letrina que otro cubo vacío por vagón.

La historia que nos narra la película se desarrolla en uno de esos vagones y nuevamente, al igual que hiciera en "Stalingrado", Joseph Vilsmaier nos intenta mostrar el lado humano de un colectivo, hacernos comprender que esas personas de etnia judía, independientemente de su raza, religión, costumbres o modus vivendi, son iguales a nosotros, al resto de los seres humanos. Los flashbacks que continuamente nos retrotraen a la vida anterior a la captura de los protagonistas, ayudan a enfocar esa realidad normal y cotidiana necesaria para su comprensión. La cinta muestra también la solidaridad que nace entre ellos como única alternativa a la supervivencia.

En el vagón hay dos mujeres que deben amamantar a sus bebés si no quieren que éstos fallezcan y el resto de los obligados pasajeros les ceden la prioridad a la hora de beber del escaso líquido elemento con que sus captores les han dotado. Sin embargo, también hay niños y ancianos que comienzan a sufrir las consecuencias de la deshidratación.

Dentro del nutrido grupo de cautivos que atestan el vagón, sobresale una familia, de la cual cobran protagonismo el padre, un ex-boxeador y su hijita, así como un anciano músico y cómico, acompañado de su esposa y una burguesita que va con su prometido.

Dos jóvenes sierran las rejas de la única ventana del vagón y logran que la muchacha anteriormente citada salga por ella y abra la puerta, si bien el tren va demasiado veloz como para que se pueda saltar sin excesivo riesgo, aun así, ellos lo intentan, pero son ametrallados por los soldados que les acompañan en el tren.

Las esperanzas para estos deportados parecen desvanecerse a medida que va transcurriendo el tiempo. Muchos de ellos mueren y los que aún se mantienen con vida evidencian las señales de que su salud ya se halla gravemente quebrantada. No obstante, continúan resistiendo a duras penas y horadan un boquete en el suelo del vagón.

Ya sólo queda una estación antes de que el tren se detenga en Auschwitz, (cerca de Cracovia), así que no hay tiempo para agrandar el butrón y las únicas personas que podrán pasar a través del agujero son una mujer delgada, (la misma joven que abrió, jugándose la vida, la puerta del vagón) y una niña. Ellas serán auxiliadas por unos partisanos que cada día acuden para ayudar a huir a los prófugos y por añadidura, serán las únicas supervivientes de ese tren y quienes darán testimonio de esta historia.


A sus familiares y compañeros les espera un destino aún más cruel que el propio desplazamiento: la llegada al complejo de Auschwitz- Birkenau, formado por un campo de concentración, otro de trabajo y un tercero de exterminio. Sobre la puerta de entrada podía leerse el célebre lema "Arbeit Macht Frei", (El Trabajo os Hace Libres). La escena en la que el músico cómico comienza a cantar es tan conmovedora como trágica.

He leído críticas sobre esta película en que se la tildaba de excesiva y presento mi desacuerdo. Nada es desmesurado en ella, por muy exagerado que parezca, desafortunadamente, la realidad superaba con creces la ficción, eso, por descontado.


Para una segunda parte reservo otros filmes también inolvidables. CONTINUARÁ…
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