Nada permanece en este mundo breve,
el mar es una boca devorando ríos y rocas,
y la vida es yesca consumida
por un fuego voraz.
Pero si en alguna parte
—no sé si más allá de las estrellas—
la raíz de algo sobrevive,
será entonces lágrima
fruto de la alegría
por su luz gestada entre las sombras,
por su destino de horas infinitas.
Si algo permanece —si no muere—,
será el amor por los que quisimos,
y quizá vuelva,
como vuelve el mar
rugiendo dentro de una caracola.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: "Femme au coquillage" (Mujer con caracola), 1885,
William Adolphe Bouguereau
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