A veces les pregunto a los poetas
por qué no cantan alegrías,
por qué siempre el corazón dolido,
el alma solitaria y afligida.
Por qué no abrir las ventanas
y que las penas se vayan como las hebras del humo,
y que entre la calima del día
con la rumorosa salmodia de los grillos,
con los melosos aromas de los jazmines
y las risas completas de los niños.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: "Las ciruelas" (1896), William Adolphe Bouguereau