Hay dos días,
los dos
son días únicos, singulares;
uno abre la puerta
y el otro la cierra.
son días únicos, singulares;
uno abre la puerta
y el otro la cierra.
Hay dos días,
los dos
son días de llanto;
sin embargo, uno
es gorjeo de alondra,
mientras que el otro
es graznido de cuervo.
Hay dos días,
los dos
son días supremos, trascendentales;
sin embargo
—como dos cuencas vacías, sin ojos—,
ninguno de los dos
retornará a nuestra memoria.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: "El hallazgo de Moisés" (1656), Giovanni Francesco Romanelli