martes, 8 de marzo de 2011

UN AÑO MÁS


Mayo abrió su fragante corola
y junio nació salivando el sol en su boca de glicinia,
trastabilló sus días hasta octubre,
zambulléndose en el lecho ambarino
cedido por la hojarasca de un vetusto roble,
para concluir su singladura por el país de las nieves
disfrazado de arlequín en un carnaval sureño.

Anclaron los meses sus rudas cadenas,
al paso del tiempo llegaron las mieses doradas,
la hierba perfumada de verdor,
las lluvias, los caminos enlodados de sueños por cumplir,
los collados coronados de ciclones...
Mudaron las risas, los llantos,
las mil cicatrices que nos van quedando,
las mías, las tuyas.

Hoy tus años suman uno más,
nuestras esperanzas, una menos,
¿cantará algún ángel nuestras alegrías o serán tristezas?

Tal vez la desdicha jalone mi entrega,
puede ser que nunca fuese siempre y siempre fuese nunca,
pero no dudes que la sinceridad fue mi divisa,
no dudes de mi amor, de que por ti
—con el alma entre los dientes,
enlazando una sonrisa serena—
muera atrincherada en el recuerdo.

(Mayte Dalianegra)

"Phyllis and Demophoon" (Filis y Demofonte),  1870, Edward Coley Burne-Jones, City Museum and Art Gallery, Burmingham, UK

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