Monzón... ¡qué palabra! suena
a esfera construida con circunferencias
ensartadas sobre un eje polar,
a esfera armilar montada en confines ignotos,
en universos imaginarios,
puede que hasta antagónicos
y, tan exóticos,
que los aromas del curry,
del azafrán,
del aceite de copra…
invadan la estratosfera
con sus fragantes leyendas
y ese cielo grave, plomizo,
húmedo, tornasolado,
que vira del naranja al gris,
se estremezca
como un útero convulso
por el parto múltiple del éter.
¡Rompa entonces aguas
la matriz celeste
y rasgue el celofán del aire!
¡Que la fuerza y la velocidad
se entronicen
como señoras del firmamento!
El viento portará las partículas
de un cielo que se tritura
y se desplomarán perlas de cristal
con la violencia de su peso
—lloverá—
sobre la tierra reseca y árida,
sedienta de la lujuria de la vida.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura de Subrata Gangopadhyay