Melancolía, ángel guardián
que velas mis pasos desde el origen.
Figura taciturna
que manas de las esquinas de mi memoria,
que me orbitas como un satélite y me guías
hasta el borde de mis células,
hasta la molienda de mi osamenta.
Espectro mío
—más mío que ninguna otra
cosa—,
eres mi sombra verdadera e
infalible,
la amante con quien me amancebo,
la amante con quien trenzo
mis piernas y mis manos,
mi lengua y el palpitar de mis vísceras,
la amante a quien entrego la dulzura de mis pupilas
y el calor de mis pechos.
Da igual si te amo o te
aborrezco,
pues no me abandonarás
y nada te ha de importar
que te escupa,
que te insulte y que te afrente.
Tú, ángel mío, espectro mío,
amante mía,
fiel hasta el suspiro
postrero, me besas.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: “Angelus” (2008) Joanna Chrobak