Qué ceguera enturbió mis ojos
hasta quemarlos,
hasta dejarlos rebosantes tras su deshielo;
pero esa agua no rebajará el recio sabor de tu vino,
que guía mis labios como las estrellas guían,
año tras año, el reencuentro con la primavera.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Ask me no more” (No me preguntes más), 1906, Lawrence Alma -Tadema