Eres mis ojos,
derramando un firmamento azulado y límpido,
exento de nimbos,
cuajado de palpitantes estrellas.
Eres mis oídos,
descargando el estrépito de la tormenta
sobre una sinfonía de cítaras y clavecines,
de laúdes y vetustas violas.
Eres mi nariz,
percibiendo el aroma de las madreselvas
que anidan en la médula de los bosques
poblados por la herrumbre del tiempo.
Eres mi boca,
catando el sudor salobre
que delinea tus músculos tensos,
dispuestos para el fragor de una batalla de espasmos.
Eres mis manos,
acariciando tus voluptuosas formas,
aquellas que palpan la esponjosa materia
de la que están hechos los cometas.
Eres mis cinco sentidos,
el sedimento primigenio que originó el cosmos,
el sustrato que alimenta una estirpe de dragones,
eres mi todo.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Even” (Par), 2007, Angela Fraleigh