¿Qué queda?
¿Qué queda de lo vivido contigo,
a tu lado?
Acaso un recuerdo vano y lejano de tu rostro ampuloso,
de las aristas insoslayables de tus gestos,
de tu desprecio por la verdad
y por los afectos leales, sinceros.
Acaso tus manos desnudando mi piel
de los rastros de otras manos,
tu boca sedienta bebiendo de la mía
como de una fuente,
tu sudor lustrando mi cuerpo,
indefenso ante tus ataques de fiera predadora.
Eras tigre, lobo, león,
desmembrándome a besos, a dentelladas feroces,
transmutando mi linaje de gacela delicada
en lúbrico celo de pantera.
¿Qué queda de todo aquello?
Tan solo la ingratitud de una entrega
que no supo de más recompensa que la pérdida.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: “María Magdalena en la cueva” (1873), Jules-Joseph Lefebvre