La muerte nos escucha
desde el silencio del hielo,
atenta al más leve de nuestros movimientos,
acechando en la oscuridad
como pantera en la rama,
anhelando acercarse de manera furtiva,
anhelando la sorpresa de nuestra mirada
al verla de frente.
Ella es la que nunca duerme,
la que se lleva consigo toda la hojarasca.
Ahí está,
consolándose de su perpetua soledad
con la promesa de nuestra fugaz compañía.
Ahí está,
como un camaleón,
transparente, invisible,
esperándonos
pacientemente
al doblar cada esquina.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura de Saturno Butto