Tendiste tu mano
—paloma portadora de rama de olivo—,
y me diste con ella
el trigo, la mies candeal,
de mi espíritu el alimento.
Tras la acritud de la hiel,
la miel unta de mansedumbre
el perímetro de las papilas.
Tras el dolor, tras la tristeza:
el goce, el caudal de la alegría,
un planeo de águila
mayestático y tremendo.
Mayte Dalianegra
Pintura: “El rapto de Ganimedes” (1531 – 32), Antonio Allegri da Correggio. Museo de Historia del Arte de Viena