A quien se viste de sombra cobarde
y como tal deambula,
dibujando su arrogancia en el humo,
le confieso mi razón:
no quiero ser,
pues ya soy,
no narciso,
de reflejo inseguro y pálido,
no camelia,
de efímeros pétalos,
ni dalia siquiera,
ni negra ni blanca,
solo la que siente,
la que expresa,
la que habla
con el corazón latiéndole en las sienes,
la que ya es,
la que ya soy.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura de Bente Schlick