Una cierta felicidad
milita bajo esa cúpula celeste
que tremola con el gélido soplido de Bóreas.
Tal vez sea una ínfima dosis de felicidad,
algo imperceptible,
como el aliento sosegado
y perfumado de montaraces hierbas
del fauno que sestea al abrigo de un sol de otoño.
Quizás una felicidad compartida
en los segundos que preceden
al crepúsculo,
quizá rememorada con deleite
en los que escoltan al orto solar.
Posiblemente solo haya de ser eso:
una íntima y pequeña cuota de felicidad.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: "Fauno y bacante", William Adolphe Bouguereau (1825 - 1905)