viernes, 24 de abril de 2015

UN PASEO BORDEADO POR LOS TILOS


Los ojos ven un amplio paseo,
bordeado por la fronda de unos tilos,
donde solo la punzante arista del alambre
tiene su casa.
Los pies lo surcan con la atávica
ceguera de los funámbulos,
y hay un abismo negro y sediento,
un abismo incorpóreo y recóndito
que se abre a los flancos
como una catacumba,
como una fosa común
que pacientemente aguarda
a todo cuanto respira,
y con cada paso,
y con cada pestañeo,
esa tumba abisal abre su boca
mostrando el filo cortante
de sus mandíbulas,
y hay que driblar sus envites
sin siquiera percibirlos.

Virajes vanos
con la no menos banal esperanza
de arañar algo de tiempo
y conservarlo como mugre bajo las uñas,
pues su saliva
ya sabe del sabor de la presa
y con sus quijadas
ya escarba la tierra, ya arregla el lecho.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Un parque de la ciudad" (1887) William Merrit Chase

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viernes, 10 de abril de 2015

HERMOSO AMOR


Hermoso amor
que un día depositaste tus besos
sobre las floridas adelfas
de mis jardines:
soy Babilonia,
toda puertas, toda palabras,
toda secretos.

Soy Babilonia
y ansío liberar el travertino 
de sus huecos
—las negras oquedades
donde reptan, en espiral,
las sierpes hambrientas del tedio.

Soy Babilonia
y ansío liberar el tacto del mármol 
de sus cerrojos
de hielo;
ansío esa victoria
sobre el gusto a roca inerte
y que se mute en dulce y cálida madera,
y que el filo de una llama la consuma, 
laminada ya en bucles de viruta,

y que renazca hecha dragón
y que regrese a mí como a su Ítaca.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Dos muchachas con adelfas" (1890), Gustav Klimt, Wadsworth Atheneum, Hartford, Connecticut, Estados Unidos

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domingo, 5 de abril de 2015

SI SIENTES QUE EL CORAZÓN TE APRIETA...


Si sientes que el corazón
te aprieta los poros,
despégate del suelo,
deja que levanten vuelo tus alas,
las de liviana pluma,
las de blanca pluma
de garza,
las que no permiten
que la boca de la tormenta
alcance los innúmeros paraísos.

Deja que una brisa azulada temple tu frente,
tu frente poderosa de basalto,
y cierra los ojos,
divisa el paisaje de tus párpados,
el riego reticular de los capilares
que fertilizan tus retinas
y las transforman
en exuberantes vergeles,
en jardines de mandrágoras.

Si todavía así
sientes que crepita la llama
del desamparo,
penetra en tus abismos,
los que conducen a tu núcleo de fulgores
sin sombras,
ese cuyas membranas
aún conservan huellas de manos infantiles,
aún conservan sonrisas inocentes.

No te detengas, prosigue
tu incursión y evita las marejadas,
la conspiración de las centellas,
la palabra mercenaria que se adosa al oído,
los demonios coronados de pétalos,
los amuletos y los escapularios.

Evita todo eso y más que encuentres
allá donde tus pies hallen senderos.
Evita la maldición de la memoria
cuando te abra en llagas,
y evita la soledad de la muchedumbre.

Camina sobre la hierba dócil
y llega,
aunque tengas que hacer uso del atajo,
aunque tengas que emboscarte
entre las rosas.

Arriba a la costa que lleva por nombre
tu mismo nombre
y, cuando lo hagas, fondea.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "La partida de los argonautas de Yolcos" (1487), atribuido a Pietro del Donzello

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miércoles, 1 de abril de 2015

KERKOUANE (TANIT)


La brisa salina
perfumaba las alas de una tarde
de velaje azul, como un zafiro,
con la pleamar rizando el oleaje.

Tanit parecía
trazada por una mano pueril,
esbozada con teselas de caracola
engastadas en un atrio milenario.
Su cuerpo triangular
soportó el tránsito de muchas vidas
que después
formaron parte de las nubes.

No puedo
estimar cuánto hace de aquello,
pues la mente es una alondra
revoloteando alocada
al imaginar la densidad de los siglos,
solo sé que ante mí
el mar era un cielo líquido,
y el misterio de Kerkouane,
teñido con la púrpura de sus múrices,
era un corazón latiendo
con el diapasón de las olas.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Dido construye Cartago" (1815), Joseph Mallord William Turner, National Gallery, Londres

Nota: Kerkouane, situado al noreste de Túnez, es un yacimiento arqueológico púnico, Patrimonio de la Humanidad, que se ha preservado sin modificaciones de épocas posteriores, y que conserva los enigmáticos baños que poseía cada vivienda, teñidos con la tintura púrpura obtenida del múrice, un molusco cuya extracción constituía la principal industria de la ciudad.


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jueves, 26 de marzo de 2015

VERMEER


Parecía una escena pintada por Vermeer:
desde la ventana, una luz perlada
cruzaba la estancia en diagonal,
y todo cuanto en ella había
gozaba de su fluorescencia.
La mesa, las sillas, los jarrones chinos,
las alfombras persas,
todo brillaba con el esplendor
de un colorido nuevo.

Las pupilas se acostumbraban
al sosiego diurno
y el corazón latía más despacio,
con una mesura
para la que no había sido aún domesticado.

Ya había olvidado morir en tus labios 
con la cadera ceñida de soles 
y fragmentarme cada noche
como una estrella de vidrio.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Joven con jarra de servir agua” (1665), Johannes Vermeer. Metropolitan Museum of Art, New York

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domingo, 15 de marzo de 2015

AGOSTO EN EL CAIRO


Era agosto en El Cairo
—mes de alcobas vacías
en las cálidas noches—
y el humo de las cachimbas
de “El Fishawy” nos abrazaba.

Naguib Mahfuz ya no se reflejaba
en la plata turbia de sus espejos,
pero algo suyo vibraba aún en el aire
como un testimonio del fuego.
Una presencia reveladora,
quizá del trazo de su letra,
quizá de sus huellas...
o tal vez una de sus palabras
podría haberse quedado apresada
en el sofocante calor nocturno,
buscando el rayano callejón de Midaq
y sus milagros,
y volvía a nosotros
como diariamente volvía el dios Ra
—desde la oscuridad—
a iluminar la vida.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Vista de El Cairo”, Jean León Gérôme (1824-1904)

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jueves, 12 de marzo de 2015

KA-APER (CHEIK-EL-BELED)

Noble Ka-aper,
antes de que tu carne
fuese de sicomoro
leías los papiros sagrados
de los escribas,
pero nunca necesitaste
sus cajas de cálamos
ni sus paletas con tinteros;
te bastaron tus penetrantes pupilas
para inscribirte en la historia.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Imagen: fotografía de la escultura egipcia del sacerdote lector "Ka-aper" (llamado "Cheik-El-Beled" en lengua árabe, cuyo significado es "El alcalde del pueblo"), hallada en la necrópolis de Saqqara en 1860 y perteneciente a la V Dinastía del Imperio Antiguo de Egipto

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martes, 24 de febrero de 2015

FE


La fe canta con voz
de poeta,
como Homero lo hiciera.

Con canto de sirena
narra bellas leyendas,
esplendiendo la magia
de su estela de humo.

Canta con voz de trueno
y con voz de jilguero.

Canta para que atentos la escuchemos,
y sigamos sus pasos sin salirnos
del borde de sus huellas.

Canta para que hilemos su vellón
con nuestra propia rueca
y, como si el durmiente Homero fuésemos,
la miremos con ojos también ciegos.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Fe, Esperanza y Caridad”, Carmen Giraldez

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miércoles, 18 de febrero de 2015

CUÁNDO


¿Cuándo dejó la imagen
 la modestia del semillero
para germinar en la rueda,
para cobrar el movimiento de lo vivo?

¿Cuándo nació, 
en qué momento
llegó su luz irisada,
preñada de índigos y magentas,
rubia de trigos?
Luz que se hizo día
en la ventana del labio,
noche, cuando la boca 
selló su puerta.

¿Cuándo vino a nosotros
—pobres seres de barro—,
cuándo nos hizo?

¿Cuándo llegó la palabra
para hermanarnos con lo divino?

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Adán y Eva" (1932), Rosario de Velasco

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domingo, 15 de febrero de 2015

EL GRAN HUNAPÚ (Volcán de Agua, Guatemala)

“…¿Quién se explica los volcanes sin brazos?
¡Raza de tempestad envuelta en plumas
de Quetzal, rojas, verdes, amarillas!
¡Quetzalumán, la serpiente coral
tiñe de miel de guerra el Sequijel
el desangrarse el Árbol del Augurio,
en el augurio de la sangre en lluvia,
a la altura de los cerros quetzales
y frente al Gavilán de Extremadura!...”

(“Tecún-Umán”, Miguel Ángel Asturias)


No fue la espada vengadora
de un arcángel extranjero
la que lavó el pecado
con fuego.

El volcán
era la copa de una ceiba
frondosa
que hendía el Xibalbá
con sus raíces.

El volcán
liberó el vuelo
de los quetzales,
de plumas tan brillantes como el metal
de los morriones
que escudaban las testas
de los gavilanes,
de plumas tan verdes como el jade
de los pectorales
que engalanaban los torsos
de los caudillos mayas.

El volcán
fue la copa de lágrimas
que lavó el pecado
de la ciudad enlutada,
con las manos de maíz
de los Señores Cuchumaquic y Xiquiripat.

El volcán,
retorciendo su garganta,
vengó con su mar de barro
la sangre antigua.

Los colibríes,
uncidos al yugo
como ganado —domesticados—,
con sus picos
desnudos, propiciaron la sajadura
de sus propias arterias.

El volcán
enmudeció pues como enmudecen
los muertos,
con una última lágrima
anidada en el frío.


(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "El cáliz del Titán" (1833), Thomas Cole. Metropolitan Museum, New York
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sábado, 7 de febrero de 2015

CELEBRACIONES

No celebro mi cumpleaños
porque todos los días cumplo un año más
y no es cuestión de soplar velitas a diario;
ni celebro el día de la mujer trabajadora
porque todos los días —incluso los festivos—
he de trabajar, aunque sea oficiando
de Cenicienta en mi “hogar dulce hogar”.

Tampoco celebro
el día del hambre en el mundo,
pues quien no come ese día,
suele sentir el mismo hueco en el estómago
el resto del tiempo.

Las celebraciones
son como las mancuernas
que vigorizan los bíceps:
ejercitan nuestra memoria
para que demostremos el noble civismo
adquirido durante
esa edad en la que el aire huele a arco iris
y a caramelos de menta,
y depositemos algo de calderilla
en la hucha del postulante que nos aborde
en cualquier acera;
ejercitan nuestra memoria
para que recalemos
en unos grandes almacenes
en busca de un regalo
primorosamente empaquetado,
o para que elaboremos un pastel al uso.

Y mejor
que no nos rebelemos contra la gravedad,
que no intentemos exhibir
el plumaje de águila
en majestuoso planeo,
y las tengamos en cuenta, porque si no,
serán la balanza con que se pesen
nuestros apegos.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Julaftonen” (1904), Carl Larsson, Nationalmuseum, Stockholm

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martes, 3 de febrero de 2015

INCREDULIDAD

Cuando se lo dijeron,
su laringe no pudo emitir ningún sonido.
Los azulejos blancos de la sala
reflejaron su rostro pálido, desencajado.

No podía creer
que la muerte ya le hubiese nacido.

(Mayte Dalianegra)

Pintura:"Mujer durmiendo", Felix Vallotton

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sábado, 31 de enero de 2015

MORIREMOS DE PIE (A Emiliano Zapata)


Moriremos de pie   
—como árboles que nadie osa talar, 
como reliquias—, 
con el pecho florido a borbotones.

Moriremos despacio 
—como los mártires 
 de las causas perdidas—
y seremos los héroes antiguos 
de las antiguas guerras. 

Moriremos por siempre 
—y para siempre—,
la Nada acogerá los huesos viejos, 
osamentas inútiles  
ya usadas por la vida
y por ella después ya desechadas.

Moriremos honrados 
con nuestra muerte, 
porque para los rectos será orgullo, 
para los indigentes, su legado, 
pan para los hambrientos  
de libertad. 

Moriremos de pie
y combatiendo, 
de pie, como vivimos hasta ahora, 
de pie, que las rodillas
delante del poder nunca se hincaron. 

Moriremos de pie, como los árboles 
que con celeridad galopan frente 
a quienes viajan —cómodos— 
sentados en un tren. 

Como esos árboles, 
los años corren rápido, 
veloces al encuentro con la muerte. 

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “El caballo de Zapata” (detalle de uno de los frescos del Palacio de Cortés, Cuernavaca, México), 1930, Diego Rivera

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domingo, 25 de enero de 2015

A MALALA YOUSAFZAI


Habla tu voz, 
la que ocultaban
los callejones cerrados de esperanzas,
los callejones despojados de direcciones,
los callejones con celosías de ojos mudos.

Habla tu voz,
Malala,
y es la hermosa voz
de la libertad,
esa que quisieron silenciar las balas,
esa que siempre suena bajo amenaza.

Habla tu voz
y los hambrientos de equidad se sacian,
y es voz impetuosa que derriba muros,
lengua de fuego inaprensible
que se filtra entre barrotes
de cárceles domésticas.

Habla tu voz
y provoca la ira de los que temen
perder los privilegios
que otorga el cetro fálico.
Habla,
reclamando el centelleo
de los rayos y el vuelo solemne
de los pájaros blancos.

Habla tu voz,
Malala,
y es la hermosa voz
de la juventud,
esa que mueve más montañas que ninguna fe,
esa que lleva razón en cuanto demanda,
esa que no pueden contener eslabones ni sogas,
la que rompe cadenas y condenas
con su timbre agudo y firme.

Habla tu voz
encendiendo una llama redentora
—tutelar de todas las verdades—
y las puertas pugnan por ceder al empuje
inexorable de tu palabra.

Habla,  Malala,
y el mundo que alardea de ser libre y justo
—ese mundo—
te condecora y premia
para limpiar su conciencia maculada.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Mujeres", Jean Michel Bénier

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miércoles, 14 de enero de 2015

DÉJÀ VU (soneto en alejandrinos)


Bajo espuma de tiempo, el pasado se mece, 
el dosel tenebroso que encapota el recuerdo
a veces abre un claro en el costado izquierdo
y la vista de un poco, como antes visto, crece. 

Empujando membranas que la vida adormece, 
encontramos razones que están en desacuerdo  
con probabilidades de encontrarse bien cuerdo, 
pero aun así, seguimos dándoles a esas trece. 

Estalló un maremoto en mi mente despierta, 
brotó de un despoblado lugar de mi memoria, 
incendiando un océano y desvelando enigmas. 

Quizá no lo recuerdes y esto te abra la puerta: 
el tiempo viaja en círculos, como sobre una noria, 
y antes de conocernos me legó sus estigmas. 

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Jardín de esperanza", James Gurney

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domingo, 11 de enero de 2015

RUTINA


Ahora, habiendo ya lavado platos,
cubiertos, vasos, tazas y bandejas,  
tendré que hacer tareas de mis viejas  
amigas, las hormigas, y los gatos 

tendrán también comida, que son gratos 
si se les acarician las orejas,
y  se les ve vagar por las callejas 
y por los bulevares inmediatos. 

Mientras preparo cenas, echo pestes. 
La luna irradia luz en mi ventana,
al verla, me pregunto: ¿la rutina 

también alcanzará cuerpos celestes? 
¿Serán sus movimientos una diana? 
 pues la costumbre todo contamina.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Doncella vertiendo leche" (1660), Jan Vermeer, Rijksmuseum. Amsterdam

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viernes, 2 de enero de 2015

ERFOUD


Erfoud es la esquina de un mar,
de un mar de arena.
Hace mucho
que los trilobites y los ammonites
no lo surcan,
se conforman con dormir
en sus panteones de mármol
en espera de que algún turista
se los lleve a un lugar lejano,
convenientemente pulidos
y, a ser posible, con una peana
para lucir en un estante
o sobre una mesa.

Cuando se movían veloces,
indolentes y despreocupados
entre las aguas azules,
no imaginaban que viajarían tanto.
Un largo viaje en el tiempo.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Imagen: "Cephalokhiros (Cefalokiro)", Pedro Palencia

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lunes, 29 de diciembre de 2014

CAVAN

Cavan
y cavan en la tierra fresca,
en la arcilla moldeable
—apta como campo de labor—,
también en la reseca
del erial nunca cultivado,
de la estepa inhóspita,
buscando en ella
el atisbo del germen.

Como cuervos, persiguen
—de forma infatigable— su sustento.

Cavan
y cavan, remueven, perforan,
son oportunistas
que nunca desperdician nada,
en aras de camuflar su patética
mediocridad, de subirse
a un pedestal que no merecen,
de coronarse con laureles de oropel
y colgarse medallas de cartón,
para que los ciegos no sepan
que quienes reinan
son tuertos.

Cavan
y socavan los cimientos de cuanto
se levanta sobre el suelo,
pues entre los escombros de otros,
esperan que sus pequeños montículos
de tierra
semejen torreones.

Cavan
y excavan galerías como lombrices
que tuviesen por única finalidad excretar estiércol;
mas su maldad no es aparente,
a priori simulan ser buenos vecinos,
hasta que —invariablemente— quebrantan
toda conducta de buena vecindad.

Cavan y cavan,
excavan, socavan, horadan, remueven
sus fosas
hasta que la noche sangra
luz negra.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "El enterrador errante" (1997), Juan Vallejo


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Música: "Stop", Black Rebel Motorcycle Club

miércoles, 24 de diciembre de 2014

EN UNA NOCHE COMO ÉSTA


Da igual quién
haya nacido
en una noche como ésta,
porque en noches como ésta
eclosionaron desde la humilde violeta
al orgulloso narciso.

No importa su naturaleza,
ni importa tampoco
si en verdad fue eso o aquello,
si en verdad existió,
o si fue mito engendrado
de leyenda;
si nació tal día,
o si fue cualquier otro,
si nació en tal o cual paraje,
o si su progenie fue esa o aquella.

Da igual quién fuese,
o cómo fuese,
lo que importa
—lo que de verdad importa—
es que en una noche como ésta
—aunque sólo sea un breve intervalo—
se olvidan rencores
y mezquindades cotidianas,
nos reunimos en torno al hogar
y recuperamos el fuego.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Alleluia” (1896), Thomas Cooper Gotch

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Música: "Aleluya" (El Mesías), George Frideric Händel

domingo, 7 de diciembre de 2014

HERMANA, HERMANO


Hermana, hermano,
mirándoos, me veo.

Como vosotros,
soy de sal y de agua,
de espuma que, sembrada
en cúspide de ola,
germina sobre arena de la playa.

Como vosotros,
soy de viento y de fuego,
de brisa cálida
soplando, desplazando los estratos
nubosos, despejando
el cielo de poniente
para iluminar ojos
con ocasos de oro y vino tinto.

También como vosotros,
soy de luz y de luna,
de vidrios de ventana
—abiertos en la noche—
salvando soledades de su mísero
caparazón.

Hermana, hermano,
mirándoos, me veo.

Del mismo modo
—como vosotros—,
soy de miel y de sangre,
vuestra risa es mi risa,
también son vuestras lágrimas,
lágrimas mías,
y vuestra piel espejo
que refleja mi piel.

Hermana, hermano,
mirándoos, me veo,
vuestro color y el mío,
vuestra raza, la mía,
de una misma bandera son ribetes.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Laurie Cooper

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Música: "Himno de la alegría", 9ª sinfonía de Ludwing van Beethoven. Orquesta Sinfónica Hispalense y coros de la Universidad de Sevilla y de la Universidad de Leipzig

sábado, 29 de noviembre de 2014

DESAPARECIDOS


A las madres y abuelas de la Plaza de Mayo

Te arrancaron del vientre
de tu amorosa madre.
La negaron y a ti, te regalaron.

Creciste en la ignorancia,
tomando como padres
a aquellos camaradas
de sus verdugos.

Pero hoy, al abrazarte, un sol de invierno
pudo resucitar de sus cenizas,
y tu abuela —por fin—
pudo ofrendarle al viento
ese pañuelo blanco
que tras tan largo tiempo resguardó
su desconsuelo.

(Mayte Llera, Dalianegra)


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Pinturas: retratos de  Estela de Carlotto y de Hebe de Bonafini, de Alicia Besada

Música: "Yo vengo a ofrecer mi corazón", de Fito Páez, interpretada por Mercedes Sosa


sábado, 15 de noviembre de 2014

JUVENTUD


Sus ojos
relucían como topacios
engastados en el calor
del mediodía;
eran los ojos
de la juventud.

Entonces
no sabían,
no sabían nada
acerca
de lo que tendrían que ver
a lo largo
de sus vidas.

Entonces
sólo veían la dulzura.

Mayte Dalianegra

Pintura: “El trabajo del amor perdido” (1885), Edwin Longsden Long
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Música: "Smell like teen spirit", Nirvana

domingo, 2 de noviembre de 2014

PODRÍA DEJAR


Podría dejar
que te fueses tras de otras faldas,
a pesar de que —salvo las de Marilyn—
nunca miraste
más piernas que las mías.

Podría dejar
que te embarcases en un velero
y recorrieras el mundo sin mí
o que ascendieses a las cumbres albinas
de los ochomiles
sin atarme a tu cordada.

Podría dejar
que te fueses
—si eso te procurase alguna felicidad—,
pero allí a donde el destino
quiera arrastrarte con su cadena,
allí, amor mío,
no puedo dejar
que te vayas sin mí.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Prometeo” (1868), Gustave Moreau

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Música: "Blue", The Verve